El “guiso” es una de las preparaciones más
utilizadas a la hora de cocinar, pues le da un sabor especial a casi todos los
alimentos. La combinación entre cebolla larga, cebolla cabezona y tomate es el
secreto de muchas salsas que acompañan nuestros platos principales; pero pese a
que su sabor es delicioso, no a todas las personas les genera la misma sensación,
ya sea por el exceso de cebolla o que el tomate no es de los alimentos de su
preferencia.
Por este motivo existen muchas formas de hacer
el tan conocido "guiso": para las personas amantes de la cebolla y del tomate el “guiso”
está bien si tiene pedazos no tan pequeños y relativamente visibles en el
plato, pero para las personas que prefieren casi no sentirlo, es recomendable utilizar la licuadora para que de esta forma la cebolla y el tomate se
incorporen muy bien en una mezcla donde diferenciarlos sea imposible.
Para muchas personas en algunas de sus preparaciones,
es importante agregar en el “guiso” un poco de cilantro o especias, para que el
sabor de sus preparaciones se concentre un poco más.
De cualquier manera esta es una de las
preparaciones que no puede faltar y que muchas veces le da el toque especial a
nuestras recetas.
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